Kasia - Han pasado 5 meses desde que falleció tu padre y me imagino que estos 5 meses no han sido exactamente iguales para ti. ¿Cómo ha cambiado tu duelo y tu percepción de duelo con el tiempo?
Gustaw - El duelo es un concepto que me aparece solo desde la perspectiva de otros que perciben por lo que estoy pasando. Nunca antes me había identificado en el proceso de duelo, sé que estoy pasando por él, conozco sus etapas, pero no puedo verlo como un proceso porque probablemente llevo demasiado poco tiempo en él. En los primeros meses, hice el papel de mi padre, que antes se ocupaba de todos y en consecuencia quería hacer todo lo posible por mi madre y mi hermana, involucrándome en muchas actividades que no había hecho antes. Después de unos meses, sentí que necesitaba descansar porque estaba muy abrumado por el hecho de que yo mismo estaba pasando por una pérdida y además estaba cuidando de muchos asuntos organizativos y emociones de las personas cercanas a mí. Lo difícil para mí en este proceso de duelo, si lo miramos así, es visitar la casa de mi familia, donde vive mi madre y donde nada ha cambiado desde que murió mi padre. Estas visitas hacen que todo cobre vida. También recuerdo bien los primeros días después de la muerte de mi padre, los desayunos, almuerzos y cenas que mi madre y yo teníamos en casa y el llanto constante. Ahora, con mi madre, estamos como en un baile extraño entre nosotros. Cada uno de nosotros sufre, pero hacemos todo lo posible para ocultar este sufrimiento y no transferirlo del uno a otro.
Kasia - Os estáis protegiendo de alguna manera y no quiereis agregar más sufrimiento al existente.
Gustaw - Probablemente sí. Entonces, los días y meses posteriores a la muerte de mi padre son muy sombríos y difíciles. Parecen carecer de colores, los colores de todo lo que era importante en mi vida hasta ahora. Para mí, la muerte de mi padre también ha traído un signo de interrogación relacionado con nuestras vidas. Me pregunto para qué es todo esto y por qué siempre debemos hacer nuestro mejor esfuerzo, cuando al final todos nos convertiremos en cenizas.
Kasia - Como dijiste cuando hablamos la semana pasada, la perspectiva atea tampoco brinda ningún consuelo.
Gustaw - Para mí, no hay nada más ahí y este es probablemente el mayor impacto que queda después de la muerte de mi padre. Surge la pregunta de por qué estoy en este mundo. Busqué la respuesta en libros y artículos, traté de encontrar una fuente en la que pudiera confiar, pero no fué nada fácil. Y debido a que no encontré ninguna respuesta satisfactoria, comencé a preguntar a mis amigos qué era importante para ellos y cómo pasarían su vida si no tuvieran que trabajar. Contemplé sus respuestas, pero algunos de mis amigos permanecieron en silencio.
Kasia - Así que no pensamos en eso muy a menudo.
Gustaw - O es demasiado difícil encontrar la respuesta y esto me mostró un poco que no estoy solo al enfrentar este problema, y que la muerte de mi padre solo lo hizo más visible.
Kasia - La pérdida de un ser querido no se trata solo del evento de la muerte, sino de los elementos y situaciones que despierta esta muerte. No es fácil, en un período tan difícil, afrontar pensamientos y reflexiones sobre el sentido de nuestra vida.
Gustaw - Es verdad. He notado que estos pensamientos dominan en este período posterior a la muerte de mi padre. Es así también porque murió a una edad muy inusual, desde una perspectiva estadística, porque tenía 59 años. Falleció aún con planes y ganas de vivir y esto me hace pensar cuánto tiempo me queda.
Kasia - La última vez que hablamos, mencionaste que es difícil para ti hablar sobre tu pérdida. Me pregunto qué lo hizo tan difícil. ¿Te resulta demasiado difícil hablar con los demás o te has sentido desanimado por los intentos de apoyo inadecuados?
Gustaw - Las dos cosas, ¿sabes? Por un lado, me cuesta hablar sobre esto porque me siento incomprendido. Pero, por otro lado, a menudo veo que muchas personas, porque nunca lo han experimentado, no entienden por lo que estoy pasando. Y no los culpo, solo veo que esta conversación es inalcanzable para ellos porque todavía tienen padres y tal vez incluso sienten que pueden perderlos, pero por ahora alejan el pensamiento y lo ven de otra manera. Recuerdo bien cuando murieron los padres de mi amigo y cómo lo pasó ella. No lo entendí bien entonces, porque estaba en un lugar en el que no sabía lo que significaba perder a un padre. En conversaciones con personas religiosas o que tienen diferentes puntos de vista sobre la vida y la muerte, también me encuentro con emociones que de alguna manera contradicen lo que siento y pienso. En mi caso, se trata más de nihilismo y, a veces, incluso veo optimismo en esas conversaciones. Recuerdo que alguien me dijo: 'Pero mira, deberías estar feliz porque tu papá tuvo una buena vida'.
Kasia - Oír esas palabras al inicio de tu período de duelo probablemente te dio más dolor que consuelo.
Gustaw - Sí, sin embargo, no me sentí herido, pero fue muy contradictorio para mí porque sentí la importancia de lo que mi padre había perdido al pensar en lo buena que era su vida. Las únicas conversaciones en las que sentí más empatía, paz y comprensión sobre lo que me estaba pasando fueron con personas que también perdieron a sus padres. Hablamos sobre cómo cada uno de nosotros lo estaba afrontando y en qué etapas nos encontrábamos en ese momento porque ha pasado un tiempo diferente después de la muerte de nuestros padres para cada uno de nosotros. En otras conversaciones, me siento un poco como si me hiciera daño con un alambre de púas. No parece que me haya hecho mucho daño pero hay algo que causa un rasguño desagradable. Creo que esto se debe principalmente a la falta de esta experiencia.
Kasia - Eso creo. Cuando hablas con personas que no han vivido una pérdida, sabes que tener una conversación con ellos no será una experiencia por la que realmente podáis llorar juntos, porque la otra persona no tiene una comprensión profunda de por lo que estás pasando.
Gustaw - La muerte de mi padre es todavía muy reciente y sigue muy viva para mí. Cuando alguien empieza este tema, se me hace difícil debido a todas las emociones acumuladas. Algunas veces sentí que la pregunta "¿Cómo estás?" era cortés, un poco superficial, y sentí el intento del remitente de escapar y evitar este tema a pesar de hacer la pregunta. Por un lado, alguien saca el corcho, que está bloqueado por muchos sentimientos difíciles, pero por otro lado, no está preparado para lo que salga de allí. Así que creo que sería mejor si las personas, que no quieren enfrentar las emociones difíciles que está experimentando la persona que está en duelo, no hicieran esas preguntas, porque es más hiriente que una intención sincera de aceptar lo que se dice. Es posible que sin haber experimentado la muerte de un ser querido, sea difícil entender qué daño se puede hacer.
Kasia - Y esto crea una especie de grieta y falta de confianza en esta área en las relaciones con los demás.
Gustaw - Sin embargo, creo que no es el resultado de las malas intenciones de otros. Se trata más de nuestra incomodidad y el hecho de que nadie nos enseñó cómo hablar y apoyar a las personas que están en duelo.
Kasia - ¿Y por qué es tan difícil apoyar a los seres queridos, en tu caso a tu madre y a tu hermana, que están pasando por la misma pérdida?
Gustaw - Creo que es difícil por dos razones. La primera razón es que tienes tu propio sufrimiento y ves el sufrimiento de las personas cercanas a ti. La segunda razón es que se está creando un bucle de auto-preocupación por esta pérdida. Y estando en tal bucle, dos personas que perdieron a un ser querido, no pueden ayudarse a sí mismas, al no tener a alguien que pueda bloquear el movimiento en este bucle. Y estas son las cosas que obstaculizan ese apoyo. Al estar también con una persona cercana, por ejemplo con mi madre, no hablamos solo del dolor de nuestra pérdida, sino también de los recuerdos del pasado y la reflexión sobre lo que me hubiera gustado hacer de otra manera. En mi caso, esas conversaciones ciertamente despertaron mucha reflexión sobre el tiempo que le dediqué a mi familia y sí intenté lo suficiente para construir una relación con mi padre y mi madre. Así que todo esto abre muchos temas secundarios.
Kasia - También tengo una reflexión de que no necesariamente siempre estamos dispuestos a reflexionar y analizar lo que despierta en nosotros la muerte de un ser querido. Desafortunadamente, me parece que si no le prestamos demasiada atención, estos pensamientos nos atraparán tarde o temprano.
Gustaw - Es interesante lo que estás diciendo, pero no estoy seguro de que sea así. Quizás me gustaría creer que podemos alejarnos de estos pensamientos por el bien de sentirnos mejor. Desearía que mis seres queridos no tuvieran que pasar por esto y por eso tengo la esperanza idealista que tal vez algunas personas puedan escapar de estos pensamientos
Kasia - ¿Entonces no se lo deseas a tus familiares y a ti mismo?
Gustaw - Creo que es demasiado pronto para dar la respuesta definitiva. ¿Si me gustaría pasar por esto? No, no me gustaría. ¿Pero si me gustaría suprimirlo ahora? Tampoco, porque siento que las reflexiones que me acompañan después de la muerte de mi padre pueden ser rompedoras para mí y para el resto de mi vida. A veces me gustaría sentir menos y experimentar este dolor con menos intensidad, pero no me gustaría eliminarlo por completo de mi vida.
Kasia - En nuestra cultura, ahora empezamos gradualmente a dar permiso a los hombres a sentir y mostrar emociones ¿Te das ese tipo de permiso a ti mismo?
Gustaw - Me doy espacio para las emociones y los sentimientos, pero debo admitir que hay varios años de terapia detrás de esto. Cuando era joven y comencé a trabajar y trabajaba en condiciones estresantes en una gran organización, ni siquiera me permitía estresarme y pensar cómo me sentía. No pude liberar estas emociones negativas y se fueron acumulando en mi cuerpo en diversos dolores y síntomas psicosomáticos. Muchos años después comencé a comprender que lo que sentía mi cuerpo eran las emociones negativas que estaba suprimiendo. Poco a poco, paso a paso, empecé a notarlas, descubrir qué había detrás de ellas y a manifestarlas, no para los demás, sino para mí. Y esa es otra cosa que nadie nos enseña. Esto está cambiando lentamente en la sociedad, pero la mayoría de los hombres todavía viven en el paradigma de ser un caparazón emocional, y eso tiene un costo. La posición de los hombres en los distintos grupos sociales, ya sea en el trabajo o en el hogar, se opone a dar espacio a las emociones.
Kasia - La causa directa de la muerte de tu padre fue la infección por coronavirus. ¿Cómo ha cambiado tu percepción de toda la pandemia después de que tu y tu familia fuisteis afectados por ella de la manera más triste?
Gustaw - Siento una especie de impotencia. Para darte un contexto completo, mi padre fue tratado por leucemia y se infectó con el coronavirus en el hospital. Se infectó con él en un lugar donde la gente debería encontrar las mejores condiciones sanitarias y esperar que este sea un lugar donde la vida de alguien pueda salvarse, no perderse por negligencia. Mi impotencia proviene del hecho de que no me sorprende que esto haya sucedido, porque Polonia tiene, en mi opinión, un servicio de salud muy deficiente. Subestimamos enormemente a sus empleados que desempeñan funciones serias y que ganan menos que las personas en puestos sin sentido en las corporaciones. Siento frustración con las personas que ignoran el virus, intentan construir teorías de conspiración o explican que fue planeado, porque yo realmente sentí los efectos de este virus. También ha aumentado mi humildad hacia lo que está sucediendo. Aunque volamos al espacio, hacemos cosas asombrosas como homo sapiens y pensamos que dominamos el planeta y sus fuerzas, realmente no podemos controlar todo. Y eso es probablemente lo que queda de esta experiencia, desde lo que experimentó mi padre hasta mi intento de imaginar la multiplicación de cuántas personas murieron. En este momento, probablemente hay 50.000 muertes confirmadas oficialmente en Polonia, en los Estados Unidos es medio millón. Estos son números enormes.
Kasia - Y detrás de estos números la gente que está pasando por un duelo.
Gustaw - Exactamente.
Kasia - ¿Hay algo más que te gustaría decirme en el contexto de la muerte de tu padre? ¿Algo que sea crucial para ti pero no puedes hablar de esto porque nadie pregunta?
Gustaw - Sabes, hay una cosa. Tiene que ver con mi intento de ayudar a tratar a mi padre. Comencé a ayudarlo cuando el progreso de su tratamiento era lento. Sentí que no había suficiente dinámica y comencé a involucrarme en la organización del tratamiento. Lo que hay detrás es mi responsabilidad por lo que pasó. Siento que podría haber hecho más, hacer las cosas de manera diferente y este sentimiento todavía está conmigo. Muchas personas con las que hablé de esto, me dijeron que no es cierto, que hice lo que pude, pero yo igualmente puedo enumerar algunas cosas que podría haber hecho mejor. El consuelo que he recibido es bastante irritante, porque en mí hay un sentimiento de incompletitud y de no lograr todo lo que pude. Todas las personas que apoyan a sus seres queridos durante el período de enfermedad y luego lidian con su muerte tienen la carga emocional de que se podría haber hecho más. Muchos se sienten reacios a hablar de esto, porque los familiares y amigos, la mayoría de las veces por preocupación, silencian estos pensamientos y, como resultado, yo elijo no hablar de esto y me siento completamente solo con mis pensamientos.
Traducido de polaco por Kasia Borowczak
La corrección: Lorena Lopéz Balsalobre
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